
La nariz es la estructura más prominente del rostro, y cumple varias funciones vitales: respiración, humidificación y calentamiento de aire, percepción de aromas, resonancia de la voz y estética facial.
A continuación se mencionan los principales padecimientos nasales.
Nariz


Desviación de tabique nasal
El tabique nasal es una estructura interna de la nariz que la divide en dos partes. En condiciones normales se encuentre al centro, pero puede desviarse por diferentes motivos. La causa puede ser congénita (de nacimiento) o adquirida (traumatismo o golpes), siendo la segunda la más común. Los síntomas principales son: obstrucción nasal, respiración por la boca, cansancio durante el día y, ocasionalmente, ronquido.

Crecimiento de cornetes
Los cornetes son estructuras de la nariz que humidifican, calientan y filtran el aire que respiramos. Las alteraciones anatómicas o de función de los cornetes pueden causar estos síntomas: obstrucción nasal, costras, sangrado, dolor de cabeza, escurrimiento y resequedad nasal. Son varias las enfermedades que pueden alterar los cornetes, y las opciones de tratamiento pueden ser médicas o quirúrgicas, según el caso.

Sinusitis
Es una inflamación de la mucosa de nariz y senos paranasales. Sus causas son variadas: mecánicas (desviación del tabique nasal), infecciosas (virus, bacterias, hongos), alergia nasal, reflujo gastroesofágico, ambientales (tabaco, contaminación), entre otras. Los principales síntomas de sinusitis son: dolor facial o de cabeza, obstrucción nasal, escurrimiento nasal, tos continua, entre otros.

Tumor nasal
Los tumores nasales pueden ser benignos o malignos. El síntoma principal es obstrucción nasal, la cual puede aumentar poco a poco o rápidamente (dependiendo del tipo de tumor). Otros síntomas son: sangrado nasal, falta de aire, pérdida de peso, aumento de volumen en nariz y cara, así como dolor facial o dental. El diagnóstico definitivo se logra con una biopsia nasal (toma de muestra del tumor y estudio al microscopio).

Pólipos Nasales
Los pólipos nasales son masas pálidas dentro de la nariz, que ocasionan obstrucción y escurrimiento nasal. Aparecen con mayor frecuencia en pacientes con rinitis alérgica o asma. El diagnóstico se logra a través de exploración física, endoscopía nasal y Rayos X. Dependiendo de la extensión de los pólipos se instaura tratamiento médico o quirúrgico.

Rinitis alérgica
La rinitis alérgica es la inflamación de nariz y senos paranasales secundaria a la exposición de algún factor ambiental, como: mascotas, polvo, productos de limpieza, alimentos o químicos. Aunque no es grave, impacta severamente la calidad de vida del paciente. Los síntomas principales son: estornudos frecuentes, comezón nasal y ocular, escurrimiento y obstrucción nasal.

Fractura Nasal
La nariz es la estructura de la cara que se fractura con mayor frecuencia. Las fracturas pueden presentarse durante el desarrollo fetal, al nacimiento o en el transcurso de la vida, especialmente en la infancia o en pacientes que practican deportes de contacto. La deformidad nasal y la obstrucción que ocasione dependen de: la etapa de la vida en que se presente, así como la intensidad y dirección del golpe. Pueden afectar no sólo la forma de la nariz por fuera, sino estructuras internas (tabique nasal, cornetes y senos paranasales).

Sangrado Nasal
El sangrado nasal o epistaxis puede ser manifestación de una situación sencilla como gripa o rascado nasal. Sin embargo, cuando es constante o persistente puede ser un signo de alerta de las siguientes enfermedades: hipertensión arterial, problemas de coagulación o tumores nasales, entre otros.

Cuerpo extraño en nariz
Los cuerpos extraños en vías aéreas superior o inferior son frecuentes especialmente en los niños. Hay varios tipos de cuerpos extraños (alimentos, papel, plásticos, metálicos, entre otros). Se consideran urgencias, pues un retraso en su extracción o un intento mal efectuado causan complicaciones como: infección, sangrado o incluso asfixia.

Trastornos del gusto y olfato
El gusto y el olfato son dos sentidos que trabajan íntimamente para darnos información y sensaciones de nuestro ambiente. Hay muchas causas que pueden afectar su función: infecciones nasales constantes, rinitis alérgica, tumores nasales, alteraciones linguales o en papilas gustativas, problemas neurológicos, traumatismo craneal, entre otros.